L I B E R T A D

martes

Indirectamente suplicaba con la mirada,
que
te necesitaba como la flor al sol y al agua,
traté de mil formas de decirte que te llamaba,
que me ayudarás como la tarde ayuda al día,
a descansar de su jornada, esperando el ocaso,
al acabamiento de la luz con la noche oscura,
pero no me escuchabas, intenté por si acaso,
no me daba a entender contigo, pero tú, amigo,
no fuiste descendiente conmigo, la luna es testigo
que
me fallaste, de mi te olvidaste e ignoraste
el dolor que padecía, eras totalmente indiferente

y como el becerro olvida al convertirse en toro
que aquella vaca fue su madre, fuiste tan cobarde,
que hasta mal te viste, cuando en apuros estuviste
fui quien corrió a socorrerte, a descubrirte a la luz,
ensanchando tu virtud, pero,
me fallaste amigo,
ahora solo una cosa te digo, me arrepiento de
haberte dado mi amistad, tú no valoras
ese sentimiento, lo sé, no eres perfecto,
pero
que te costaba amigo darme la mano,
sólo eso te pedía, tu compañía en
mi dolor de mujer,
tu hombro para llorar y tu corazón para comprender
que te pedía ayuda inmaterial, quería que me dieras
felicidad, pero tuviste oídos sordos, me dejaste pasar,
seguiste con tu vida, ahora de la mía, la pasada
y la actual, solo me resta recordar que alguna vez
te llegué a amar, ahora yo solo debo olvidar
que me haz hecho tanto mal,
me fallaste amigo..

No hay comentarios:

Publicar un comentario